Pese a los esfuerzos de Google por encriptar la información en la última versión del sistema operativo Android Ice Cream Sándwich, un grupo de investigadores alemanes del departamento de informática de la la Friedrich-Alexander University consiguió descifrar los datos después de congelar los dispositivos móviles.
Al parecer, tras un proceso de congelación a ?10 grados centígrados durante al menos una hora, los terminales que operan con la última versión de Android quedan totalmente vulnerables.
De este modo, al conectar y desconectar rápidamente la batería es posible iniciar el dispositivo con un código personalizado con el que se puede acceder a la información encriptada del móvil como la lista de contactos o las fotografías.

Las primeras pruebas en un dispositivo móvil se realizaron en un Samsung Galaxy Nexus, pero según los investigadores, cualquier smartphone con sistema operativo Android es susceptible de ser hackeado tras pasar por la nevera.
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